Capítulo 18 – Izan

Nada que no encuentro ni un coche, por más que busco junto a Iván no damos con un coche medianamente bueno, para lo que necesito, o se van mucho de precio o están reventados. Al final tenía razón y voy a tener que aceptar lo que me propuso Cristian, eso o arriesgarme a que alguien salga mal parado, y lo segundo no lo voy a permitir.

-Joder Izan, no puede ser – me dice Iván asqueado.

-Te lo estoy diciendo, no hay nada, no puedo sacar dinero de las piedras –le digo.

-Podemos hablar con los chicos, quizá nos pueden ayudar con el dinero o a buscar algo –me dice el convencido.

-Te recuerdo que no quiero meterles en esto, y lo sigo manteniendo –le contesto cabreándome.

¿Entonces? –me mira serio- Claro, aceptarás el trato…

-No me queda otra, ¿te piensas que me gusta la idea? –le digo levantándome del sofá- Pero es lo mejor, y lo sabes.

El día se me pasa volado en el trabajo, tengo bastantes cosas que hacer y casi no me da tiempo ni a pensar, paro a comer porque me entra hambre, pero no tengo ni idea de que hora es. No aparece Jorge, pero sé que esta dándole vueltas al tema, le conozco demasiado bien. 

Cuando termino mi jornada me voy directo a casa y saco a Charly un rato, pasamos un buen rato en la calle y cuando estoy a punto de pasar la calle, la veo. No me hace falta tenerla cerca para distinguirla, va sola en su mundo y me entran muchas ganas de ir hacía ella y abrazarla, no sé quizá besarla, pero no lo hago.

Al día siguiente tengo un mensaje de Víctor, me dice de quedar esa misma tarde, ya que ayer no podían la mayoría y se aplazó, hoy me lo confirma, con mucho tiempo si señor. Le digo que sí, una cosa es no involucrarlos en mis asuntos turbios y otra era pasar de ellos totalmente.

-Hola chicos –les saludo mientras me siento en la silla que queda libre en la terraza.

-Ya era hora tío –me dice Víctor.

-Te veo contento –le digo.

-Un poco si –me contesta el sonriendo-

-Ya veo, ya –le digo y sonrío-

-Bueno niño, que tenías que contarnos ¿era importante no? –dice Jorge mirando a Víctor.

-Que impaciente –dice este- Pero si es importante, bueno sobre lo que os comente por el grupo, lo de Sofía, la amiga de las chicas.

-Cuéntanos que sabes –le digo un poco serio.

-Ayer vi a Bárbara y me lo contó, la verdad que es un asunto chungo –dice el poniéndose serio- Pero quería informaros, a parte para que sepáis que no ha tenido nada que ver Cristian –me mira mientras pronuncia su nombre.

Nos cuenta lo que le pasó a la chica, y la verdad que me cabrea bastante la idea porque yo he pasado cosas chungas, pero claro yo soy yo, y esa chica no tenía nada que ver conmigo. Parecía la típica pija con sus padres pijos con pasta, que todo le sale bien y sacaba buenas notas, pero mira las cosas no parecen lo que son. Sí parece pija pero no tanto, su padre tiene pasta, pero le importa una mierda su hija y su mujer parece que menos, y si se ha sacado una carrera pero ¿y ahora? No sabe qué futuro tendrá porque claro, su padre ya no forma parte de sus planes, su padre le da miedo y asco. Y la verdad, después de lo que me han contado no es para menos…

-Joder, pobrecilla –dice Diego impresionado- ¿Podemos hacer algo?

-Pues Bárbara me ha contado que hablando con Helena, estaban pensando en decirle a su amiga de denunciar, pero claro esta reciente y no saben cómo actuar con ella, está asustada y nerviosa. –Nos cuenta Víctor.

-Normal, no es algo bonito –dice Jorge- Pero algo tendrá que hacer.

-Si, lo mejor es que lo denuncié –confirma Iván.

-Yo pienso que sí, ¿pero tiene pruebas? –Intervengo- Es un tipo poderoso con dinero, puede comprarlo todo. –Se me quedan mirando pensativos.

-Tienes razón –dice Jorge.

-Pero algo tendrá que hacer la muchacha –dice Diego mirándonos.

-Sí eso sí, pero ¿cómo? –nos pregunta Víctor pensativo.

-Primero tendrán que hablar con ella y proponérselo, y pensar cómo hacerlo siendo inteligentes antes de lanzarse –les digo- Habla con ella, explícale un poco las cosas y que ellas lo traten con su amiga lo mejor posible, si necesitan ayuda aquí estamos ¿no?

-Si claro, se lo comentaré a Bárbara y os digo –me dice Víctor y asiento con la cabeza.

Después cambiamos de tema y empezamos a hablar de las vacaciones mientras nos tomamos unas cerves, Diego se va en un par de días y Jorge está más callado de lo normal o eso me parece a mi, por lo demás sería como un día cualquiera. A Víctor se le ve ilusionado, y todos sabemos a qué se debe a Bárbara y también sabemos que ayer la cosa se alargó con ella y por eso no quedamos, lo entiendo.

Diego como siempre en sus cosas, pensando ya en sus vacaciones en la playa con sus padres que le dejan hacer lo que quiera y en las chicas en biquini y hace bien el chaval. Jorge más callado de lo normal no ha contado nada, o apenas nada, solo ha dado su opinión y alguna tontería, y yo sé que es por mí, pero no puedo hacer nada por ahora. Iván esta como yo intentando que no se note la tensión que tenemos, porque, aunque él no esté tan involucrado como yo, lo siente igual y sé que haría lo que fuera por mí, por todos.

Y allí estamos, hasta que en un momento me quedo yo solo con Víctor, Diego y Jorge se van, Iván tiene que seguir ayudando a su padre en el bar y yo pues me quedo un poco más. Le pregunto qué tal le va con Bárbara y el contento me cuenta lo bien que han conectado, que de momento todo iba bien e incluso que estaba pensando en invitarla a irse de vacaciones con él, los dos solos pero que no sabe cómo iba a reaccionar, yo le animo a que lo haga, me da un poco de envidia, pero de la sana.

-Y tú ¿qué harás? -me pregunta.

-Pues me quedaré por aquí con Iván –le contesto.

-Podrías darte unas vacaciones, o una escapada. Aunque sea solo, seguro te viene bien.

-No tío, no voy a malgastar el dinero necesito un coche ¿recuerdas? –le digo.

-Es verdad, pero el coche ¿para cuándo? -me contesta- Ah, ya sé cuando tengas canas –se ríe.

-Anda tonto, más pronto que tarde –le digo riéndome.

-Bueno me vas a contar que pasa con Cristian, ¿vas a meterte en las carreras esas? –me pregunta más serio.

-Si tengo que hacerlo, pero no te preocupes esta todo zanjado, si lo hago nos deja en paz y gano algo de pasta –le contesto- Eh, no te pongas serio, todo bien tío –le doy en el hombro.

-Vale, es solo que estas raro, distante no sé –me dice- Tienes a Jorge mosqueado y nunca os he visto así.

-Lo solucionaré con él, es que se monta películas.

-Oye, ¿no vas a intentar arreglarlo con Helena? –me pregunta mirándome- Si ya esta todo solucionado, que más da.

-No, no tengo nada que ver con ella, estuvo bien mientras duro –le contesto- Ya sabes como soy, además mírala ella es diferente, yo soy…

-Eres tonto y ya está, había algo lo vi en vosotros, pero tu verás –me dice sin más- Eh arréglalo con Jorge, habla con él. Me niego a veros así, joder.

Y le prometo que hablaré con Jorge, y lo hare, pero le contaré la misma versión y no sé si me va a creer, pero las cosas son así. Y también pienso esa noche en ella y en cómo nos conocimos, y en lo que tuvimos y ya no tendremos. Pero tengo que protegerla y el mejor modo es así, apartándome de ella y de su vida, aunque me joda.

A la mañana siguiente me despierta una llamada, estoy de tarde y no madrugo aprovecho un poco para dormir más, pero cuando lo escucho pienso que es el despertador hasta que miro bien el móvil y veo su nombre, pienso en colgar y seguir durmiendo pero sé que no voy a poder y lo cojo de mala gana.

-Dime –digo nada más descolgar.

-Hola ¿te he despertado? –me contesta- Bueno me da igual, necesito una respuesta ya.

-Sí –le digo medio dormido.

-Si ¿qué? –me pregunta- si a te he despertado, si a lo del coche, joder especifica.

-Que si a lo del coche, pero voy a intentar conseguir más dinero y te confirmo la cifra ¿ok?

-Vale, pero te doy un par de días no más, a lo de la cifra, el coche lo tienes para esta noche –me dice- Te necesito.

-¿Cómo que me necesitas?-le pregunto confundido- No te estoy entendiendo.

-Me ha fallado uno, y necesito que corras tú –me contesta- No te preocupes por las cifras ni el coche, ya te he dicho te doy un par de días. Pero esta noche eres mío, ahora te mando la dirección y la hora. Hasta luego Izan –y me cuelga.

-Joder – digo tirando el móvil por ahí- vaya mierda.

Y así es, una hora más tarde tengo el mensaje en mi móvil, que por desgracia sigue vivo después del golpe. Se lo cuento a Iván, aunque se pone cabezota en acompañarme y yo se lo niego, al final tengo que acceder porque se pone pesado. Y ahora me encuentro en el trabajo pensando cómo hablar con Jorge para que se calmen un poco las cosas, al menos por ahora. No sé si se pasará por aquí, pero escucho la puerta abrirse y al mirar veo que es él.

-Hola tío –le saludo.

-Hola- me dice secamente.

-¿Qué tal?

-Bien, supongo –me contesta seco- ¿Y tú?

-Pues bien, bueno pensando que parecemos gilipollas –le digo y se me queda mirando- ¿Podemos hablar un momento?

-Si claro, porque creo que el gilipollas eres tú –me dice acercándose- ¿Qué coño pasa?

-No pasa nada Jorge, solo que toda esta movida me ha tenido en tensión, pero ya esta aclarado no hay problemas –le digo intentando sonar convincente.

-No te creo, joder, ¿me vas a seguir mintiendo? –me dice cabreado- Te conozco Izan.

-Pues parece que me conoces una mierda –le contesto cabreado- Que te entre en la cabeza que todo esta bien, haré alguna carrera para que no me joda y ya está.

-Me parece tan sencillo, que no me lo creo –me dice- Como te pillen o como te involucre en más mierdas, estas jodido Izan y te lo digo como amigo.

-Lo sé, pero lo tengo controlado –le contesto un poco más calmado- Solo quiero que esto no nos separe.

-Deberías pirarte por ahí, Izan.

-No es tan fácil.

-Hay más ¿verdad? –me mira serio – Por eso dejaste a Helena, estas distante ¿son solo las carreras? No me mientas.

-No tengo nada más que decir –le contesto y me voy de allí dejándole solo, porque sé que al final me lo sacará y no quiero.

Mensaje de Víctor  <Oye que no entiendes de arreglar las cosas con Jorge y no dejarle peor, joder Izan> Y eso pienso yo, joder, pero las cosas están así y por eso no le contesto, pero tampoco tengo tiempo pues estoy preparándome para mi primera carrera en años, demasiados y sé que no va a ser fácil.

-Hombre, mis chicos preferidos, sobretodo tú –dice Cristian señalándome y sonriendo a Iván.

-Hola –digo serio y mi amigo le saluda con la cabeza.

-Venga venir, aquí tengo la joya preparada, quiero que la pruebes –me dice llevándonos al mismo taller mugroso.

Cuando me monto en el coche mi amigo se monta conmigo de copiloto, yo le dejo claro, que solo es para probar el coche. Empezamos a mirar todo bien y cuando ya me veo preparado lo arranco y salgo, y vuelo con el coche y empiezo a disfrutar como hacía tiempo no lo hacía conduciendo. El coche va bien, no encuentro fallos y me siento cómodo me gusta mucho, sé que Cristian me conoce en este aspecto.

-Espero que no me falles –me dice Cristian serio- Es mucho dinero.

-Haré lo que pueda –le contesto y me subo al coche de nuevo, pero esta vez para intentar ganar la carrera.

-Oye, ¿quieres que me monte contigo? –me pregunta mi amigo.

-Ni de coña –le contesto y él se aparta pero no antes sin desearme suerte.

Y ahora viene lo bueno, porque en el fondo me gusta, no este mundo de mierda en el que me he metido, pero si correr y aquí estoy para correr e intentar ganar.

Empiezo bien voy concentrado, emocionado, con mucha adrenalina y emoción, pero tengo a uno pegado que no me deja en paz. Voy de los primeros, el tercero creo si el que se me pega no me adelanta. Me estoy poniendo nervioso porque tengo que ganar, no puedo defraudarle, le conozco y sé que si no lo pagaré de alguna forma.

Estoy sudando de los nervios, acelero todo lo que puedo, y me pongo el segundo, pero me cuesta controlar el coche, no estoy acostumbrado y el coche no lo conozco muy bien. Al final no sé cómo ni cuándo, pero logro adelantarlo y quedar el primero, eso si un poco más y me estampo contra un muro.

-Joder increíble, me tenías en tensión –me dice Cristian- Te necesito aquí.

-Por los pelos –le contesto mientras hago un gesto a mi amigo para irnos- Te dejo el coche

-Te llamo en unos días, recuérdalo –me dice mientras se sube al coche.

Llego reventado por toda la adrenalina y la tensión, Iván ni me pregunta y yo no le digo nada, me vale con que este a mi lado. Me ducho y eso me relaja bastante, caigo en la cama y veo mensajes de Víctor < ¿No me vas a contestar? Me parece increíble. Lo pillo ya me dirás algo. Por cierto mañana he quedado con las chicas ¿te animas? Aunque se la respuesta>  Pues no, no me animo pero no voy a contestar o por lo menos no ahora, me siento raro y me vienen muchos recuerdos a la cabeza, pero solo quiero dormir y eso hago sin apenas darme cuenta.