Esos nervios a flor de piel, la primera vez que le ves. Esta esperándome, y yo avanzo para llegar hasta él y envolverme entre sus cálidos brazos. Él me ve, y viene hacia mi, a mi encuentro. Estamos rozando nuestros labios, y llega ese beso, tan bonito y lleno de amor. Eterno debería ser este reencuentro, infinito nuestro tiempo juntos, que nunca acabe. Estar así tan felices, sin separarnos el uno del otro. El amor llega cuando menos lo esperas, y se vuelve mágico, tanto que a veces da hasta miedo. Porque ya no quiero imaginar una vida sin ti, ni puedo para ser sinceros. Solo quiero que lo que tenemos sea único y eterno.