Capítulo 3 – Helena

Al día siguiente cuando me despierto después de dormir dos o tres horas como mucho, me acuerdo de la intensa noche de pijamas en casa de Elsa, primero lo de mi amiga y luego la dichosa foto. Me levanto y veo que Sofía esta despierta y que tampoco parece que haya pasado buena noche, estamos las dos en la cocina con un café hablando de lo poco que hemos dormido, sin sacar su tema y yo por supuesto no le cuento nada.

-Hola- dice José y nos sorprendemos al escucharle no nos lo esperábamos-¿tan feo soy? –ríe-

-Hola-le decimos las dos sonriendo un poco porque con José se sonríe hasta sin querer-

-Necesito un colacao-dice cogiendo una taza- ¿qué tal habéis dormido? Tenéis unas caras…

-Pues algo-dice Sofía- Tú como un rey ¿no?

-Yo siempre duermo bien-nos mira- ¿y tú Helen?

-Yo poco, he dormido poco-le digo- Pero luego una siesta y arreglado.

-Así se habla, y tú igual Sofí que esta noche fiestecita-dice emocionado-

-No me apetece mucho chicos-nos dice- Si voy es por vosotros.

-Claro que vienes-la digo- Tienes que distraerte –me acerco y la abrazo, no pienso dejar que Sofía se quede en casa aunque yo tampoco tengo muchas ganas-

-Oye y yo que-dice José abrazándonos a las dos- Si o si, hoy de fiesta chicas

Terminamos de desayunar y al rato aparece Elsa y Bárbara, las dos tienen cara de haber dormido bien, están tan entusiasmadas por la fiesta que no paran de hablar y de planear, ya estamos hablando del modelito y todo.

Después de una buena sesión de risas, porque gracias a ellos he podido olvidarme un poco del tema foto, nos vamos a nuestras casas. Me despido de Elsa y José que se queda con ella, y acompañamos Bárbara y  yo un poco a Sofía no dejamos de animarla y la decimos que esta noche pasamos a por ella. Nos despedimos de ella y nos vamos de camino a nuestras casas cuando llaman a Bárbara que vaya a casa de su abuela, que comen allí. Quedamos luego para arreglarnos juntas y se va por otra dirección, yo sigo mi camino a casa, con mi cabeza en otro mundo cuando de repente pum un chico se choca conmigo.

– Eh, ten cuidado-le digo molesta –

– Perdona –dice el chico que por lo que puedo ver tiene bastantes tatuajes-

– Vale –le digo mientras sigo mi camino un poco cabreada, ya podría mirar por donde va-

En cuanto llego a mi casa saludo a mis padres, me preguntan qué tal y esas cosas de padres y me dicen que luego me llaman para comer, que hoy hay lasaña. Mi madre sabe que me encanta y me la suele hacer, y yo encantada.

Me pongo cómoda y juego un poco con mis gatos, luego me estiro en la cama y me pongo a leer un rato, pero tengo la cabeza pensando en otra cosa y no me concentro. Cojo el móvil y decido meterme en Instagram, miro la foto de nuevo y ahí está Claudia muy agarrada a él. Y no es que me ponga celosa porque una chica este a su lado o agarrándole el brazo, no, es porque es ella.

Mi ex amiga, éramos inseparables o eso pensaba, nos contábamos todo, junto con Bárbara, éramos las tres el grupo de mejores amigas. Pero cuando nos la jugó todo cambio, no quiero ni recordarlo, Bárbara la que peor lo pasó y no es para menos, verla con tu novio ahí marreándose no es agradable. Y ahora, la veo ahí con Oscar, y me cabrea mucho, demasiado… pero espera que hay más fotos, cada cual me cabrea más, y sobre todo la última, esto sí que no me lo creo. Lucia, que hace con tu ex, ya sí que no entiendo nada, tengo que hablar con él le llamare en un rato porque necesito calmarme.

Al rato me llama mi madre para comer, lo único que he estado haciendo en este tiempo es darle vueltas a la cabeza mientras escuchaba música. Voy a la cocina y me siento a comer con mis padres, aunque tengo el estomago un poco cerrado, estoy nerviosa. Como lo que puedo e intento que mis padres no noten mi malestar, hablo con ellos y disimulo un poco, me retiro con la escusa de que no he dormido nada, que eso si es verdad, y me voy a mi cuarto a intentar dormir.

Me conseguí dormir después de un rato dándole vueltas, caí rendida. Me despierto un poco mejor, y voy a la ducha.  Cuando salgo veo una llamada perdida de Bárbara y la llamo, me lo coge enseguida y como no me nota que estoy rara, le cuento lo que me pasa ya que con ella no tengo secretos y conoce la historia bien. Ella esta alucinando como yo, cabreada y me dice que hable con él o lo hará ella misma.

-Tranquila, le iba a llamar ahora-la digo-

-Llámale o le llamo yo-me dice- Que hace con esas, no me lo creo.

-Pues así estoy yo, pero ahora pienso hablar con él-la digo- He indagado y he visto que Claudia y Lucia parece que son amigas, lo que me faltaba.

-No jodas, que asco-me contesta- No te preocupes que seguro que hay explicación y si no le dejamos sin huevos y a ellas sin pelo.

-No lo dudo, bueno amiga luego te cuento-la digo- Te quiero.

-Si luego dime, de todas formas en un rato estoy allí y te quiero mucho.

Cuando cuelgo llamo inmediatamente a Oscar, me lo coge tarda pero consigo que me lo coja.

-Hola cielo-me dice-

-Hola-le digo un poco seca-

-¿Qué pasa?-me dice el extrañado-

-Nada, bueno si… necesito que me aclares una cosa-le digo-

-A ver que adivine, ¿es porqué no te conteste ayer?-me dice- Porque te he hablado esta mañana y tú has pasado de contestar.

-No es eso, se que estabas de fiesta y lo entiendo…

-¿Entonces que pasa Helen?

-¿Por qué saliste con tu ex? ¿Y con Claudia?-le digo molesta-

-¿Ahora te pones celosa?-me dice a la defensiva- Pensé que no eras así, sabes que con mi ex nada y Claudia es amiga de Lucia, estaban por allí nada más.

-Solo sé que tú a Lucia no la querías ver ni en pintura y ahora ¿vais de amigos? No me lo creo… -le digo- Además ya sabes lo de Claudia, no entiendo esta mierda, enserio Oscar.

-Ya, ya si lo sé-me dice más tranquilo- Pero no pasa nada, ya está ayer nos encontramos nada más.

-Bueno que sepas que me ha molestado-le digo- Bueno ya hablaremos más tranquilos, he quedado y tengo que prepararme.

-Helena, no te enfades no es nada-me dice- Sabes que te quiero cielo.

-Ya, por eso porque te quiero…-respiro hondo-  Mañana hablamos, adiós- Y cuelgo-

No sé, no me da buena espina no me lo creo, Oscar juntándose con su ex, pero si no la quería ver ni en pintura… Y Claudia, esto no puede ser más surrealista, espero que esta noche en la fiesta seme olvide un poco este tema porque no se qué pensar.

Enseguida llega Bárbara, y como no me fríe a preguntas mientras nos arreglamos, me dice que no le convence nada, y la doy la razón. Que si he visto las fotos, que salen muy juntos, que son unas víboras, sale de todo por su boca, y es que no quiere que me pase lo que ella vivió, dos meses de engaños una de sus mejores amigas y su novio. Y lo entiendo, yo tampoco me fio un pelo, pero ahora mismo no puedo hacer nada, y encima el viviendo ahora mismo fuera del país…

Cuando por fin nos hemos terminado de arreglar yo con un vestido rojo, tacones negros y con el pelo suelto y su maquillaje correspondiente. Y ella una falda de tubo y un top plateado, tacones plateados a juego y su cabello recogido en una coleta alta. Decidimos que es hora de cenar y nos comemos una pizza mientras mis padres se ponen a hablar con mi amiga. Ella encantada se enfrasca en la conversación y yo mientras leo los mensajes que me manda Oscar, no me apetece contestarle estoy bastante rayada y el no para de hablarme. Decido dejar el móvil cuando veo la hora que es.

-Bárbara, vamos a llegar tarde-la digo-

-Es verdad-me dice-

-Buenos mis niñas, pasarlo bien y tener cuidado-nos dice y nos da dos besos a cada una-

-Adiós mamá-la digo saliendo-

-Adiós Ana-le dice mi amiga siguiéndome-

Esperamos a Sofía en la puerta como nos ha dicho ella, tarda en salir y la llamamos pero no lo coge, estamos a punto de llamar a la puerta cuando vemos que sale. Esta guapa se ha puesto unos short rosas de lentejuelas a conjunto con el top, con su pelo rubio suelto y sus taconazos. Nos saludamos y vamos a la esquina donde hemos quedado con Elsa y José para ir al local, hoy bebemos todos y no se conduce. Mientras vamos de camino le preguntamos a Sofía que tal esta el tema en su casa, nos dice que igual, esta tenso pero que hoy ha estado más tranquila, no ha pasado nada o eso cree ella. La animamos, y  empezamos a hablar de la fiesta cambiando de tema.

Nos esperan Elsa y José, ella con un conjunto negro de top y falda de tubo,  y él con un polo blanco y pantalones negros.  Nos reciben entusiasmados a pesar de llegar un poco tarde, y nos dirigimos al local donde es la fiesta. Vamos hablando todos, desde fuera seguro que parecemos un grupo contento sin problemas, pero es que hoy queremos olvidarnos un poco de la realidad y pasarlo bien.

En cuanto llegamos a la puerta se escucha la música, entramos y está lleno de gente apenas se puede uno mover dentro. Vamos directos a la barra a pedirnos algo yo me pido Ron junto con  Bárbara y Elsa, José y Sofía se deciden por un puerto de indias.

Estamos en la pista bailando a nuestro rollo, cuando así de repente me quedo mirando al fondo y veo a un chico, ahí en la barra, no sé muy bien porque me quedé embobada mirándole. Supongo que porque me llamó la atención, un chico alto, moreno,…Y no pude ver más, porque José se me puso en medio llamando mi atención.

– Madre mía tía que fiestote, has visto toda la gente que hay y tú te querías perder esto.

Es verdad yo no quería salir hoy, estoy cansada de los exámenes y aún nos quedan algunos la siguiente semana, pocos pero lo suficiente. Además el tema Oscar, bueno en realidad eso me ha dado ganas de salir para olvidarme. Y mis amigas y José me acosaron para salir el viernes, sino me sacaban arrastras de mi casa y son capaces.

– Puf si demasiada, oye ¿Y las chicas?

– Estarán pidiendo algo, ahora vienen -me dice- Creo que por ahí está también Víctor y sus amigos.

– Ah genial, luego les buscamos si quieres – sonrío- pero ahora necesito ir a un baño

– Mira ahí vienen, ¡eh chicas! –grita José-

– Holaa, holaaa –ríe Bárbara- 

– Ven, acompáñame al baño-la digo cogiéndola del brazo-

Vamos hasta el baño y esperamos la pertinente cola, hasta que podemos entrar. Cuando salimos por fin, veo que nuestros amigos ya están con Víctor, Diego, y dos chicos más…

Les saludamos y nos presentamos, pero Elsa me pide que la acompañe fuera para fumar y salgo con ella, para acompañarla.

Cuando salimos me doy cuenta que dentro es agobiante, y puedo respirar un poco. Nos alejamos un poco de la puerta porque está lleno de gente, y nos vamos por una calle. A la que nos acercamos escucho unos gritos, y miro a Elsa, ella también me mira y vamos más dentro de la calle para ver qué pasa. Por lo que podemos ver hay un chaval en el suelo y otro de pie insultándole y… pegándole.

-Eh, eh –grita mi amiga mientras nos acercamos-

-Que cojones -dice en cuanto nos ve y se va dejando al otro en el suelo-

-¿Estás bien? -le digo mientras me agacho y veo que tiene sangre- Ven agárrate -le digo y él me hace caso, parece más joven de lo que pensaba-

-Ven apóyate también en mi -le dice mi amiga y le ponemos en pie-

Intentamos llevarle al inicio de la calle, mientras intento llamar a José, pero no me lo coge. Lo intento con Bárbara y la misma, pero consigo hablar con Sofía, le explico la situación y salen en nuestra busca. Esperamos en un banco con el chaval, le preguntamos su nombre y que le ha pasado, el nos dice que se llama Aarón y que por favor no le digamos nada a su hermano. Nosotras no conocemos a su hermano, dice que está por aquí y se llama Izan. Le intentamos calmar y le decimos que como él quiera, pero que debería avisar a alguien e  ir al hospital a que le miren bien,  porque no sabemos si tiene algo roto. Él solo nos dice que no digamos nada, está bastante nervioso y nosotras no sabemos qué hacer, nos quedamos con él y esperamos que vengan los demás.           

Vemos que vienen los chicas y José, y detrás veo más gente, pero me doy cuenta que es Víctor y sus amigos. Según se acercan veo que uno de los chicos viene corriendo hasta Aaron, creo que es Jorge y está preocupado, solo por su cara.

-Madre mía, ¿qué te ha pasado?-le mira preocupado- Aaron ¿quién te ha hecho esto?

-Por favor no le digas nada a mi hermano-le dice- Que no se entere.

-Tú hermano ya está aquí -dice Víctor mirando atrás-

Aaron le cambia la cara, y yo solo veo a un chico que viene corriendo a nuestra dirección. No dice nada, solo se agacha donde está su hermano y le coge la cara con las manos, le mira bien donde tiene sangre. Parece muy preocupado y enfadado a partes iguales.

– ¿Qué ha pasado? –le dice con preocupación- ¿Quién cojones te ha hecho esto?

– Un chaval –dice asustado-

-Dime quien te lo ha hecho –le ordena su hermano-

– Tenias razón… –dice- es mal tío.

– No me digas que ha sido el desgraciado de Cristian – dice muy cabreado- le voy a matar, te dije que no te juntaras con él y su gente, te lo dije.

– Vamos tío, hay que llevarle a algún lado –dice Víctor- Mira como esta.

– Vamos, aunque no parece que tenga nada roto no estoy seguro– dice el hermano que ni siquiera se ha percatado de que estamos allí-

– Chicas gracias, ya quedaremos otro día más tranquilos – dice Jorge cargando a Aaron-

– No las des, por favor avisarnos si pasa algo… – les digo- cualquier cosa que necesitéis.

– Lo siento, nos tenemos que ir – dice Víctor mientras los demás empiezan a seguir a Izan y Jorge con preocupación- pero quedamos pendiente de quedar, y gracias otra vez.

– Si no te preocupes – dice Bárbara- tienes mi numero.

Vemos como se van todos con el chico, nosotros nos quedamos donde estamos, ya no nos apetece entrar con lo que ha pasado no tenemos cuerpo. Después de estar en la calle un rato hablando del tema, al final decidimos irnos a casa, Elsa y José son los primeros en separarse, y Bárbara y yo nos dirigimos por otra calle. Justo cuando estamos llegando escucho gritos, y la cojo del brazo.

– Ven –le digo a mi amiga, y ella me sigue-

– ¿Qué pasa? –me dice preocupada-

– Que hoy parece el día de las peleas –la digo viendo como se pegan dos chicos cerca de nuestra calle-

-Madre mía –dice mi amiga mirando- Ese, él de negro me suena…

Miro al chico que va vestido de negro, le está alumbrando una farola en este justo momento y puedo distinguir un poco su cara, entonces me doy cuenta que mi amiga esta en lo cierto, es él.

Literatura juvenil romántica
Literatura juvenil romántica

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *